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84 años del 1° Salón Internacional de Fotografía en Argentina

Publicado: 09-05-2014
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Por: Aníbal Roberto Uslenghi

Buenos Aires, Argentina
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El 15 de Mayo de 1930 se inauguraba en Buenos Aires el Primer Salón de Fotografía Internacional, hoy se cumplen 84 años de aquel histórico acontecimiento y es bueno recordarlo tanto en sus datos constituyentes, como en sus conceptos del arte fotográfico.

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En los salones gentilmente cedidos por la “Asociación Amigos del Arte”, para la presentación de la primera muestra Internacional de Arte Fotográfico, organizada y preparada por la Sección Fotográfica de la “Sociedad Estímulo de Bellas Artes”, el acto inaugural tuvo lugar el 15 de Mayo de 1930.

Una idea de la importancia del acontecimiento se evidencia por el destacado Jurado de admisión que fue nombrado en aquella época.

La exposición de los trabajos admitidos por el Jurado, permaneció abierta al público hasta el día 31 del mismo mes, habiendo sido visitada por no menos de 10.000 personas, entre las cuales se contaron muchos artistas, hombres de letras, y numerosos aficionados a la fotografía, significando este hecho un éxito halagador, por el interés despertado.

Al llamado efectuado por la Comisión Organizadora del Salón, respondieron diez y ocho naciones extranjeras, y un buen número de nuestros destacados aficionados. El total de trabajos recibidos fue 797 fotografías, habiendo sido admitidas por el Jurado de Admisión 358, ejecutadas en 17 diferentes procedimientos, las que figuraron en el catálogo, y con las cuales se ocuparon las tres grandes salas de la exposición; siendo todas ellas en general de un alto nivel artístico. Es dado esperar que a cada nuevo llamado y en cada año, esta concurrencia vaya acrecentándose más y más.

La concurrencia extranjera estuvo brillantemente representada por los Artistas de la Fotografía más destacados del mundo. De un total de 116 concurrentes, que enviaron un gran número de trabajos, fueron admitidos solamente los de 109 expositores, siendo la mayoría de ellos conocidos por su colaboración en los salones de fotografía extranjeros. Estos expositores presentaron un hermoso y selecto conjunto de 302 obras, que el público pudo y supo apreciar y valorar debidamente, habiéndose vendido buen número de éstas.

La representación argentina, menos numerosa  y variada en sus motivos que la extranjera, pero superior en calidad a los demás conjuntos de certámenes anteriores. Fueron admitidos tan solo los trabajos de 24 concurrentes, con un total de 56 obras, muchas de las cuales de positivos valores.

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Algunos conceptos emitidos en la época, sobre el Primer Salón Internacional de Arte Fotográfico

Texto de Jorge Servetti Reeves (Mayo de 1930)

La fotografía se ha incorporado definitivamente en los dominios del Arte como una de las conquistas técnicas que ofrece mayores posibilidades expresivas dentro de la multiplicidad de sus recursos interpretativos.
La variedad temática aguza en grado superlativo la sensibilidad del operador apasionado de su arte, ya que exige de él, no sólo temperamento como intérprete de lo que ve, sino también clara visión del agente externo que lo rodea, independiente en absoluto de su personalidad.
Puede el pintor apreciar arbitrariamente, si le place, la sensible gama cromática que impresiona su retina, llevándolo a materializar en el lienzo lo objetivado, previo paso de sus impresiones por el maravilloso tamiz de la imaginación, vigoroso agente pasional capaz de llevar su espíritu a las regiones más puras de la emoción artística. Puede embellecer el tema a placer, aprisionar la luz a su manera especialísima, que para lograr efectos tiene a su disposición los colores en una variedad grande de matices, siendo en esta forma amo absoluto de su obra creadora.
Para el Artista Fotógrafo todos estos factores desaparecen: se trueca en esclavo absoluto de las formas, es tiranizado por ese agente infinitamente variable denominado luz, cuyos efectos en el claro oscuro de las sombras debe apreciar independientemente de la sugestión que implica el colorido, sensibilizándose, por así decir, con un ambiente que carece de toda emotividad subjetiva, transformándose en un constructor de imágenes por análisis indirecto de la posibilidad creadora. No puede satisfacerle en absoluto la mecanización en su trabajo, enfocando el modelo con el sólo propósito de reproducirlo con fidelidad: necesita crear un ambiente emotivo apropiado, que al animar el tema de a las formas la plasticidad y calidez requerida con el fin de alejar los efectos vulgares del fácil preciosismo.
El objetivo, como elemento óptico de maravillosa construcción, es un ojo supersensible, capaz de impresionar en la placa bellezas y defectos que son de difícil apreciación previa. Es por eso que los fracasos y éxitos se alternan invariablemente en la obra del más hábil artífice de la cámara, siendo la perseverancia condición indispensable, virtud básica, agente poderoso en la conquista del éxito, capaz de llevar al operador al dominio casi absoluto de “su” técnica.
Aprisionada la obra de arte en la incógnita de la placa, queda aún por realizar la ardua y engorrosa faena del gabinete, donde los conocimientos científicos no bastan para asegurar el triunfo, ya que la práctica constante sólo es capaz de revelar al profesional los múltiples secretos de la nueva alquimia.
Y lo realmente difícil en este bello arte es no caer, como ocurre con excesiva frecuencia, en la imitación de técnicas ajenas en absoluto a la fotografía, que nunca debe perder su plasticidad característica, por el afán de asemejarse en su modalidad a la obra trazada por el lápiz o el pincel.
No basta, por otra parte, objetivar lo que se ve, o buscar lo que se quiere reproducir; es necesario también crear los temas, combinar a veces formas atrabiliarias, que en la fantasmagórica combinación de luces y sombras adquieren fuerza dinámica y emotividad. Este es el campo arriesgado en que sólo triunfarán los temperamentos inquietos, ávidos de renovación, capaces de sorprendernos en el dominio del difícil arte fotográfico, cuya divulgación se impone como un elemento cultural de innegable valor educativo.

Estos conceptos básicos han sido elocuentemente evidenciados en el Primer Salón Anual de Fotografía celebrado por la “Sociedad Estímulo de Bellas Artes” en 1930.

 

Bibliografía

- Foto Magazine órgano oficial de la sección fotográfica de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes Nº 40 y Nº 41, Mayo de 1930.



Recopilación realizada por Aníbal Roberto Uslenghi, Mayo de 2014.

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