01/04/14 08:09:14
Un magnífico trabajo que juega con la prestancia tan personal de estos señorones siempre vigilantes. La triangulación superior es un cierre de la imagen genial. Me recordas los malos ratos pasados en mi niñez cuando los gansos se aprovechaban de mis patas flacas.. para recibir siempre algún escobazo que les propinaba mi madre!
Gerardo Saint Martín