Cacerolazo III / Humberto Farro

Ayer a la noche, otra vez la gente salió a manifestarse masivamente por todos los barrios de la Capital, nosotros fuimos directamente a la Plaza de Mayo (enfrente a la Casa de Gobierno).

Llegamos a eso de las 12 de la noche, y la gente que para esa hora ocupaba más de media plaza, continuó llegando hasta llenar la plaza casi por completo.

De nuevo casi toda clase media, de nuevo familias enteras con chicos, de nuevo una única arma "la cacerola", de nuevo una sola bandera: la Argentina.

La situación fue bastante diferente a la del último 28 de diciembre, esta vez había un doble vallado a unos 30 o 40 metros de la Casa Rosada, y todo el espacio libre estaba ocupado por efectivos de la Guardia de Infantería, con cascos, escudos plásticos y lanzagases.

Calculo que debería haber no menos de 150 efectivos solamente al frente de la Casa de Gobierno.

Esta vez no se veían caras raras entre la gente, y si las había eran muy aisladas.
No hubo agresiones importantes hacia la policía, y hasta unos minutos antes de la represión la primer valla estaba llena de gente sentada sobre ella mirando hacia la plaza.

Todo estaba tranquilo, muy tranquilo.

Distintos cánticos eran seguidos con mayor o menor fervor por la gente: "yo no lo voté, yo no lo voté" "ole le ola la si este no es el pueblo, el pueblo donde está" "y donde está, que no se vé, esa famosa CGT" "paredón, paredón, a todos los corruptos que vendieron la Nación" "que se vayan todos, que se vayan todos, que no quede, ni uno solo" "... sin peronistas ni radicales, vamo a vivir mejor" y otros que pedían la inmediata renuncia de la Corte Suprema, el fin del corralito y hasta la renuncia de Duhalde.

Todo muy tranquilo... por ejemplo, en un momento un grupo quiso tirar un contenedor de basura por sobre la valla y eso fue impedido por la misma gente que estaba ahí.

Creo que las agresiones más graves que vi hacia la policía fueron algunas botellas de plástico y un par de tachos de basura plásticos vacíos, amén de algunas puteadas.

Esta vez la policía no se fue del frente de la casa en ningún momento, al contrario, cada vez había más. En algún momento también ingresó un carro de bomberos.

Al contrario de otras veces, esta vez NO se permitó el paso de la prensa detrás de las vallas.

También brillaban por su ausencia la mayoría de los canales de televisión (no vi a ningún móvil del 7 ni del 9 ni del 11). Sólo un móvil de Crónica y uno de TN y de canal 2, además de varios corresponsales extranjeros (RAI, TVE, CNN).

A eso las 2:40 de la mañana, de golpe, sin que nadie hubiera saltado la valla, el carro de bomberos empezó a tirar agua al frente, hacia la gente, que empezó a correr hacia atrás.

Recién ahí llovieron algunas piedras sobre la policía, y en un movimiento perfectamente organizado, la Guardia de Infantería en pleno, bajó las vallas y comenzó a avanzar disparando gases hacia la plaza.

Nosotros estábamos en el monumento que está entre la Casa Rosada y la Pirámide... el desbande fue TOTAL en menos de un minuto.

Como intentamos quedarnos ahí para seguir sacando fotos mientras avanzaba la infantería, la directora de FotoRevista, Guadalupe se ligó un cartucho de gas lacrimógeno en la pierna, disparado por un hijo de puta a menos de 4 metros, mientras la miraba a los ojos.

Nos tuvimos que proteger tras el monumento mientras nos tapabamos la cara como podíamos...

Esta vez la Plaza quedó completamente vacía en minutos, y no hubo reagrupaciones de gente en las calles laterales, en menos de 10 minutos no había nada más que periodistas y policías que rápidamente procedían a colocar las vallas en la mitad de la Plaza.

Lo que sucedió luego es digno de una novela de ficción, lamentablemente no lo vimos ya que nos quedamos en la Plaza por una media hora más o menos y luego caminamos por diagonal sur a buscar el auto donde lo habíamos dejado.

Con el auto, bajamos por diagonal hacia la Plaza y doblamos por Av. de Mayo hacia Congreso.

Vimos un espectáculo realmente desolador... enorme cantidad de bancos destruidos, quemados, teléfonos públicos rotos, etc etc.

Lo que pasó fue que la Guardia de Infantería avanzó por Avenida de Mayo, lentamente, tirando gases y balas de goma continuamente.

La inmensa mayoría de la gente se dispersó, quedando a las pocas cuadras un grupo de 50 o 100 personas. No más. Se vió claramente por algunos canales de cable.

Ese grupo destruyó cuanto banco y multinacional encontró a su paso, por Av. de Mayo hacia Congreso.

Lo increíble es que la infantería los seguía, caminando lentamente, siempre a una cuadra de distancia, desde Plaza de Mayo hasta... Plaza Once. TREINTA CUADRAS...

30 cuadras de destrozos, mientras los policías los seguían lentamente... parece que a ningún estratega de la Policía Federal se le ocurrió, que ya que estaban destrozando todo, y no eran más de 50 o 100 personas y habiendo más de 300 policías en la zona, cercarlos y detenerlos.

Hubiera sido fácil... con mandar varios carros por las calles laterales hasta más allá de donde estaban y bajar por Av. de Mayo... ya estaba.

Pero no, fue mucho más fácil dejarlos destrozar todo, así hoy en los medios todos nos enteramos de los destrozos, que justifican la represión y desmovilizan a la gente.

Humberto Farro