Este tipo de cosas, como lo que se ve en ciertas muestras "new age" de otros fotógrafos, nos hizo acordar a los 15 minutos de fama, por los que más de uno le venden al alma al diablo (o a quien la quiera comprar)... sólo por esos 15 minutos, ya que al poco tiempo nadie se va a acordar de su obra ni de su persona, ni de nada.
Cosas que pasan, cosas de la globalización y de la intrascendencia de los tiempos en que vivimos, en los que nos distraen con cualquier pavada mientras otros cocinan el estofado detras nuestro.
Humberto Farro
Editor Responsable