Ante estos dichos populares que producen temor decido seguir la búsqueda
que me convocó mi necesidad. Pregunto como llegar al recinto
y un amable señor me orienta en este laberinto de pasillos
(tengo que anotar los nombres porque son varios):
--Vaya por el pasillo llamado “la vergüenza” y cuando
termine doble a la izquierda, ahí se encontrará con
el pasillo “el reparto” siga caminando unos cien metros
y hay otro pasillo que lo cruza que se llama “los simuladores”,
gire a la izquierda y saldrá al pasillo de los “aladinos”,
siga caminando hasta un pequeño cruce que se llama “la
burla” ahí a unos veinte metros más adelante encontrará
la puerta que busca, que es la que dice: “tus agobios,
tus apremios, tus temores, son nuestra necesidad, aquí te damos
la solucion”.
Manoteo cada picaporte que encuentro y están atorados, otros
ni las pomelas tienen !
-- ¿Señor, señor?..¿No hay nadie?
-- ¿Cómo que no hay nadie? Estamos todos! Si
nunca nos fuimos…
-- Estoy perdida…¿Voy por el camino…?
-- Siga,… siga… su camino que es el camino mismo que le
indicamos, sugerimos y posteamos… y así será una
feliz ciudadana… ¿tiene heladera, televisor, cama, colchón,
DVD…?
-- ¿…? ¿…?
Llego a la enorme puerta que creo que es la que andaba buscando y hay un cartel inmenso que dice “Ante alguna necesidad Ciudadana dirigirse a Av. De Mayo al fondo, ahí le firmarán o sellarán nuestra necesidad” más abajo hay otro más pequeño que dice “de vacaciones desde… hasta…”
Parto raudamente (cansada de recorrer y leer los carteles indicadores)
a preguntar
-- ¿¿¿cuando atienden!!!…???
-- El 24.
-- ¿Y donde están ahora?
-- Buscando nuevas maneras para continuar con la construcción
de la descontrucción construída por ellos mismos.
Guadalupe FG
Directora