Dibujar un horizonte en lo imaginario de la sociedad es difícil, y más difícil es hacer creer en el mismo desde la cháchara donde los valores o derechos ya están hipotecados o vendidos vaya uno a saber por quién o quienes, ¡es muy problemático!.
También es difícil hacerles entender a nuestros dirigentes/politólogos que hay tiempos, de espera y de hartazgos y dichos tiempos se vuelven irreversiblemente en su contra cuando juegan con la suspicacia y picardía propia de su función entronadamente arrogantes en la subestimación del otro, desde el trasnochado sueño de ser más de lo que se ven en un charco de agua estival.
A nivel de país/sociedad nos sucede ya hace no sé hace cuantos años.
La demagogia que emplean muchos de ellos en sus cargos no es mentir, ni engañar (según sus convicciones y soberbias) sino es decir y hacer lo creen que queremos escuchar y ver, las mismas nos dañan más que quien las dice (porque ya los conocemos), porque ellos solo ensayan sobre nuestras necesidades y nosotros no sabemos en muchos casos diferencias o unificar personas y payasos o fantasías y realidades.
Estos personajes siguen vulnerando o ignorando que cuando las arterias (sociedades) se obstruyen provocan infartos masivo y si esto sucede están fritos o nos terminan fritando en su mayor deseo.
Para que quede claro y no se tome que va dirigido a alguien en especial es que les dejo el dicho “al que le quepa el sayo que se lo ponga”
Guadalupe FG
Directora