Dorothea Lange
La fotografìa como testigo incuestionable
El Centro Cultural Borges presenta la exposición "Dorothea Lange. La fotografía como testigo incuestionable" que reúne más de 100 imágenes de una de las fotorreporteras más prestigiosas del siglo XX.
En esta oportunidad se exhibirán trabajos que Lange realizó por encargo de la Farm Security Administration (FSA por su sigla en inglés). Esta Administración de Seguridad Agrícola tuvo como misión reubicar a los agricultores de las regiones afectadas por el fenómeno conocido como Dust Bowl, una de las peores catástrofes naturales que azotó a los Estados Unidos en la década del 30.
Paralelamente se creó una sección para documentar el proceso cuyo director, Roy Stryker, se convirtió en una figura clave y en el responsable de recopilar una de las más extensas colecciones de fotografías documentales del siglo XX.
Además del registro fotográfico se realizaron archivos sonoros donde se pueden escuchar a los agricultores cantando sus canciones típicas, hablando de la realidad y compartiendo experiencias de su vida cotidiana. El objetivo era componer una imagen de la América rural en el umbral de la Edad Moderna.
Dorothea Lange fue una fotógrafa excepcional, y a la vez un testigo privilegiado de su época. El personal testimonio, muchas veces incómodo para el establishment permanece tan vivo como entonces. Su compromiso con el acto de ver estaba relacionado con una preocupación estética, y con una necesidad de implicarse en las cosas. Solía decir que un retrato era una lección sobre como debería abordar un ser humano a otro.
El objetivo de sus trabajos fue la comunicación, pero no usada exclusivamente para convencer, sino en todo caso para educar, tanto la agudeza visual como la social. Este corpus, como todos arbitrario que mostramos hoy, fue en su mayoría hecho a pedido por el Gobierno de los EE.UU, a modo de documento en un momento en que este elegía el camino de una democracia, no sólo política sino económica.
Su trabajo, más que dar respuestas, generaba preguntas. Y ese es su costado más conmovedor: El de la puesta en duda. Aunque estas fotografías documenten el dolor y la miseria, por otra parte nos recuerdan, que es posible encontrar belleza en los lugares más inesperados, y que tenemos que aprender a ver más allá de lo previsto. Es posible, que las fotografías de Dorothea Lange nunca hayan tenido una relevancia de tanta inmediatez como ahora. No solo en relación a la pobreza, al sufrimiento o a la intolerancia que sufre el mundo, sino porque su mirada subvertía las creencias del estereotipo femenino de la época. Sus mujeres son madres, fuertes, y poderosas, adelantadas a su época. Y eso habla de la inmensa sensibilidad con que supo captar una necesidad de cambio, en un momento dominado aún por el razonamiento patriarcal.
Biografía
Dorothea Lange es considerada una de las grandes fotoperiodistas de la historia de la fotografía documental. Nace en Mayo de 1895, en Hoboken, Nueva Jersey. Su ascendencia familiar era germano-americana, y sus padres hijos de inmigrantes alemanes. Su padre Heinrich Nutzhorn, estudia en el Northwestern College de Watertown, Wisconsin, regresa a Hoboken en 1891 y abre su buffet como abogado. En 1895 se traslada con su familia a Weehawken, una zona que nace como lugar de vacaciones para los neoyorquinos ricos.
Dorothea creció en un ambiente donde se le daba valor a la literatura, la música y la educación. A los siete años contrae poliomelitis. La vivencia que tuvo de la enfermedad estuvo condicionada por su carácter innato, lo que la llevó a intensificar su autodisciplina, y su independencia. Más tarde, agradecida por los efectos que esta tuvo en su vida solía decir: [Fue] lo más importante que me sucedió, y me formó, me guió, me instruyó, me ayudó, y me humillo”.
A los 12 años sus padres se separan. Toma el apellido de su madre como propio. Éste fue otro de los traumas que debió superar. En 1907 su madre Joan Lange decide irse a vivir con su hija a New York. Allí cursa la Secundaria en la Intermediate Public School 62 del Lower East Side, y continúa sus estudios en Arte, en la Universidad de Columbia. A posteriori trabaja para Arnold Genthe y Clarence Hudson White. Entre sus amigas estaban Louisa May Alcott, Elizabeth Barret Browning, Emma Goldman y Doris Lessing.
En 1918 se muda a San Francisco y abre su propio estudio de retratos. Conoce al muralista Maynard Dixon, quién sería su esposo y padre de sus hijos. El primer acercamiento real a la fotografía documental se produce en la década del 20, cuando viaja con Dixon por todo el suroeste de su país, fotografiando nativos americanos. Con la embestida de la Gran Depresión, en la década del 30, comienza a fotografiar lo que estaba pasando en la ciudad. Sus estudios de desempleados y gente sin hogar son imágenes que fueron valoradas por numerosos fotógrafos, entre ellos Paul S. Taylor, el que será su segundo marido. A posteriori es invitada por Roy Stryker para participar en 1935 en la Resettlement Administration, que en 1937 pasa a denominarse Farm Security Administration. Durante 5 años la pareja viaja documentando el rostro del hambre en las zonas rurales del país, donde miles de pequeños agricultores abandonan sus tierras. Juntos realizan un documental sobre la explotación de los trabajadores inmigrantes.
En 1941 Lange recibe el premio Guggenheim Fellowship por la excelencia en fotografía. Después del ataque a Pearl Harbor registra a pedido de la (OWI) la evacuación de los japoneses estadounidenses a los campos de concentración de la costa oeste de EE.UU. Sus fotografías, donde adolescentes y niños presentan honor a la bandera antes de ser enviados a estos, es uno de los terribles recuerdos de las políticas de detención de personas., sin poder de defenderse Aunque en las dos últimas décadas de su vida su salud se complica considerablemente, ella se mantiene activa.
En 1952 Lange fue cofundadora de la revista Aperture. Trabaja para Life, viajando por Utah, Irlanda y el Valle de la Muerte. También acompaña a Taylor a Pakistán, Corea y Vietnam, entre otros lugares, hasta el 11 de octubre de 1965, donde muere de cáncer a la edad de 70 años. La historia de vida de Dorothea Lange que reúne talento, inteligencia y visión crítica, nos obligan a reescribir una parte insoslayable de la Historia de Estados Unidos en el siglo XX.