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Análogo + Digital, una relación de amor sin odio

Publicado: 08-11-2010
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Por: Prof. Teófilo Dabbah

Buenos Aires, Argentina
http://www.escuelafoto.com.ar    Tweet ANÁLOGICO + DIGITAL
UNA RELACION DE AMOR SIN ODIO

Por Prof. Teófilo Dabbah

Quien esto escribe, hace mucho, muchísimo tiempo, cuando nadie imaginaba la llegada de lo digital tuvo la suerte (el privilegio) de estudiar retoque fotográfico con un verdadero maestro que se llamó Don Luis Perassolo, conocido entonces con el sobrenombre de “El rey de Cianuro” porque para sus retoques utilizaba, maravillosamente, un solución a base de ferrocianuro de potasio. 

Don Luis era un hombre que nunca tenía apuro para terminar una clase y siempre es-taba dispuesto a aportar mayores conocimientos a sus alumnos. 

Es así que una vez me dijo: “Yo no tomo una foto si en el visor de la cámara no veo la foto terminada, colgada y premiada”. Ante esa expresión no pude menos que sonreír íntimamente pensando (en mi ignorancia) que ese señor creía que con sólo pensarlo y disparar ya tenía la medalla de oro en la mano. 

Pasó el tiempo y en una salida para tomar fotos con un grupo de compañeros, vi a uno de ellos sentado, cansado, en una escalera. Me pareció interesante la composición de la imagen y le pedí a otro compañero se ubicara en el otro extremo de la escena para lograr un mejor equilibrio y ¿cuál fue mi sorpresa?: Sentí ver la foto terminada, no digo que colgada ni premiada, pero sí terminada, completada, que no había que agregarle ni quitarle nada. En ese momento comprendí las palabras de Don Luis a quien, a través de este comentario rindo mi mayor homenaje. 


Esa foto recorrió el mundo en diversos Salones Nacionales e Internacionales e, incluso, cosechó algunos premios. 


Toda esta introducción tiene por objeto tratar de establecer si hay o no un paralelismo entre la fotografía analógica y la digital. Y, por lo que veo, ese paralelismo, al menos hasta ahora, no se ha dado en forma cabal. 

Veamos por qué: 

1º) Quien trabaja con la analógica tiene una cantidad limitada de película y ello lo obliga a asegurarse que lo que ve en el visor es lo que realmente quiere para no perder la foto. Si no la toma bien, perdió. Ello lo obliga a analizar con cuidado la toma y con ello logra la mejor foto que en ese momento le brinda su capacidad. 

2º) Quien trabaja con la cámara digital dispara una y otra vez sin límite (La tarjeta de memoria tiene gran capacidad) para luego elegir, no la mejor, sino la menos mala de las tomas hechas. El hecho de hacer tantos disparos habla a las claras de un cierto nivel de inseguridad, aunque a alguien le pueda molestar lo que digo. Si estuviese seguro dispararía una vez o, a lo sumo, dos veces, no más. 

El otro factor que suele predominar es la falta de una idea concreta sobre qué se desea obtener y es entonces se nos muestran gran cantidad de imágenes en las que vemos muchos objetos pero no percibimos qué es lo que ha sentido en el momento de tomar las fotos. Predomina más la técnica que la sensibilidad. 

Todo esto nos lleva a considerar que si somos capaces de unir el concepto de análisis de lo analógico con la maravilla de la tecnología, nuestras posibilidades de realización fotográfica se amplían enormemente. 

Este último punto es un tema que insisto permanentemente en mis clases, tratando de imbuir en mis alumnos el concepto de la posible perfectibilidad para que encuentren en sus manos, no una cámara fría, sino un instrumento para conectarse con el mundo, poner en juego su sensibilidad, su emoción, ya que todo ser humano tiene la capacidad de emocionarse. Unos se emocionan frente a una flor, un niño, un paisaje, un retrato (algunos también frente a un dólar). Y es bueno saber que esa emoción se puede traducir a través de la cámara fotográfica. 

Debemos tener en cuenta que la cámara y cualquier programa de edición de imágenes (Léase Photoshop o similar) no son más que simples instrumentos para “decir” algo, como lo es una simple lapicera. Con ella se puede escribir un insulto o un poema de amor.

No puedo evitar ilustrar esta nota con algunas fotos analógicas de ex-alumnos de aquellos tiempos en que nadie, absolutamente nadie, imaginaba que las sales de plata serían reemplazadas por los píxeles y que algún día llegaría un sistema para obtener las imágenes con las posibilidades como lo que hoy nos ofrece lo digital. 


Florencia D’Andera


Alejandra López


Guillermo Catania 


Hugo Grosso


Eugenio Tolosa


Paulo Ravarino

Vivamos el Amor. Vivamos un amor sin odios: Vivamos lo Analógico + lo Digital.
Hagamos nuestra fotografía Digital con el concepto de lo Analógico
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