Lázaro David Najarro Pujol

 (Clasificación del autor) Tema: Documental y Periodistica - Enviada el 24/02/22 a las 18:32:06 - Obra N° SFOT220224183206 

"En una parroquia: el Camino de la Cruz"

  Mirando al mar y desafiando durante más de cien años el inexorable paso del tiempo y los azotes de ciclones y huracanes, la Iglesia Católica Nuestra Señora de la Caridad de Nuevitas, Camagüey, Cuba, (finalizada su restauración el 25 de marzo de 2006), deviene reliquia patrimonial e histórica.
Los navegantes desde mucho antes de entrar a la bahía, aprecian, en la colina del otrora Parque del Cañón, la fascinante edificación, sus dos torres, el campanario y el centenario reloj como símbolos de la elegancia y el transitar de los años.
Exactamente en la Ensenada del Guincho, en el entonces cacicazgo de Mayanabo, nació la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, el 2 de febrero de 1514, custodiada por los tres Ballenatos y embellecida por la fascinante bahía de bolsa, la segunda de su tipo en la Mayor de las Antillas.
Las evidencias están recogidas en un documento que se exhibe en la actual iglesia en el que se confirma que en Punta de Guincho se erigió la primera parroquia el 2 de febrero de 1514, atendida por un clérigo que habían traído desde Baracoa y levantada por los hombres al mando de Diego de Ovando. Los mismos que masacraban a los indígenas mientras construían templos e iglesias.
Entre esas carnicerías está la célebre «matanza de Caonao» protagonizada por Pánfilo de Narváez. Los aborígenes sobrevivientes regresaron a la zona y dieron candela al nuevo Puerto Príncipe que habían construido los españoles en 1516.
El propio documento consultado en el templo testifica, igualmente, que en 1755 visitó la zona el Obispo de Cuba, Pedro Agustín Morell de Santa Cruz.
Pero en lo que es hoy la Ciudad Industrial(1) de la provincia de Camagüey quedaron algunas personas, hasta que en 1789 el hacendado Pedro Medrano Socarrás decidió ceder legua y media de su hacienda en la Ensenada del Guincho.
Por Real Decreto del 28 de febrero de 1828 queda establecida la villa de San Fernando de Nuevitas, aunque antes, en 1793, se había erigido la parroquia de Nuevitas, en la cual se colecciona en los libros, que el 19 de marzo de 1795 se realizó la primera ceremonia (se trataba de la niña Ana María Eulogia Junco, y la bautizó el párroco Don Agustín González).
El documento refleja, asimismo, que en el sitio actual, el 7 de febrero de 1873 se establece definitivamente la parroquia de Nuevitas. Además, fue declarada la Virgen de la Caridad del Cobre como su patrona, pero no es hasta el viernes 28 de febrero de ese mismo año que se coloca la primera piedra (381 años después del encuentro de las dos culturas: aborígenes y europeos). Se trataba de una piedrecita rectangular.
La Iglesia Católica Nuestra Señora de la Caridad de Nuevitas (cuya patrona es muy venerada por feligreses), se inaugura en 1878. El templo atesora en sus naves laterales hermosos altares, dependencias y salones, entre otras reliquias, la representación de San José con el Niño Jesús en brazos y con igual ternura la Virgen María y el Niño Jesús.
Las losas que forman el piso de la nave central distinguen entre las reliquias de ese tesoro arquitectónico. Proceden de un desastre ocurrido en el siglo XIX.
Consta en la historia que «el vapor Elegancias, que venía de Islas Canarias cargado de piedras de molino y losetas, naufragó cerca de Cayo Cruz y allí quedó hundido por muchos años, entonces el Ing. Don Pedro Sánchez Dols remató el casco y la carga y regaló las losetas para el piso.
Las personas que hicieron este trabajo dispusieron de tal forma las losas, que en el centro de la nave se forma una gran cruz de 8 metros de longitud y 4 de brazo, a lo largo del pasillo central que lleva al altar. Algunos fieles la llaman el Camino de la Cruz. Este señor tan bondadoso también donó gran parte de los ladrillos con la que se construyó»(2).
Destaca la impronta del Meritísimo Sacerdote Monseñor Amaro Rodríguez Sanromán, quien desde el 1ro de octubre de 1930, hasta el 15 de junio de 1957, estuvo a cargo del templo. Declarado Hijo Adoptivo de la Ciudad fue impulsor de la carretera Camagüey-Nuevitas, y del Acueducto.