Pablo, mi yerno, me invitó a concurrir a la ciudad de Trinidad, unos 40 k de Durazno, para ver la preparación de los ciclistas previo a largar la última etapa. Llegamos temprano y comenzamos a recorrer la zona donde estaban los equipos con sus preparativos, registrando esos momentos lo mejor posible. Fue también momento de charlas breves con los participantes a quienes les pedí autorización de publicar las fotografías, ver sus bicicletas de última generación, tambien a los jueces de la competencia con gran participación de mujeres, los ayudantes que muchas veces ni se los nombra durante la trasmisión radial. Cuando fueron llamando para formar la salida a tren controlado nos adelantamos al punto de largada oficial, cañada Varela a 9 m. Con el bagaje de imágenes retornamos a media mañana a Durazno, quedando pendiente un sueño de mi yerno: Hacer un recorrido completo vinculado a algún equipo, que de repente también lo acompañe. Por lo pronto queda un año por delante.