La sociedad está inflamada de conflictos, discursos,
disputas, dimes y diretes, te acuso me acusas, te humillo me humillas,
espejito espejito quien más…y quien menos, eterna juventud,
viagras electorales, desacuerdos acordados, al don pirulero…
y siguen más.
Hay sociedades más inflamadas que otras, y algunas producen
mayores inflamaciones con fiebres y bacterias incluidas, ya que carecen
de inmunidad social.
Cuando éstas enfermedades llegan a situaciones límites
explotan (como un grano puber) sea grande o chico, ya sea para liberar
la infección o bien para expresar su conflicto interior.
Los niños y los ancianos ante situaciones similares, cierran
los ojos por ingenuidad o protección, creyendo que al no ver,
todo se vuelve irreal (un mal sueño).
Para los adultos es diferente, no podemos dejar de mirar ni de escuchar,
menos ser indiferentes a esta inflamante y agresiva epidemia electoral
(...y dicen que todavía no empezó la campaña).
Estamos a tiempo de abrir nuestras mentes para sacar las bacterias
infecciosas y no caer en la fácil, de que es “genérico”
(herencia política).
Si tomamos los antibiótico-politicos que nos proponen para
dicha inflamación infecciosa caemos en la trampa, porque anti
(contra) y bios (vida) quiere decir “contra la vida” y
si empezamos a tomar los bloqueadores que están experimentando
sonamos, nos están queriendo hacer autolobotomía.
Es aquí que necesitamos urgentemente una vacuna, la llamaríamos
M.I.N.G.A. (Mentirosos Inmorales No Ganaran) así la inflamación-infecciosa
con fiebre electoral no nos cogería de sorpresa, llegaríamos
sanos a la primavera (urnas) y para no dejar de reconocernos y respondernos
tendríamos varias preguntas que hacerles a los postulantes
apetitosos (¡¡¡menos mal que existe la fotografía
documental!!!).
Mientras pienso como continuar la editorial voy a compartir con Uds.
unas zonceras que anote:
Para todo hay repuesto cuando va pasando el tiempo.
Todos firmes en sus puestos, historias van escribiendo.
Jurando en el salón y depuestos sin ningún gesto.
Libertades todos piden, pensando que ya tendrán.
Hospitales sin enfermos, todos se han ido al infierno.
Escuelas que siguen ahí, reloj a cuerda les cuelga.
Laureles para la sopa, cadenas para el canil.
En préstamo el palacio, sin nada por conseguir.
Pirámide que te prestan, gritos sin acogidas.
Cenizas por venir de la leña que se ha ido.
Olvidé como sigue la editorial, hasta la próxima…
Guadalupe FG
Directora