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La chica que miraba al sudoeste

Publicado: 10-03-2009
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Por: Maria Susana Polizzi

Córdoba Argentina
    Tweet En Junio de 1980 entré a trabajar en un Instituto de Menores dependiente el Consejo del Menor de Córdoba…no tenía la menor idea de lo que encontraría allí adentro…Había trabajado en escuelas urbano marginales como Maestra de Actividades Prácticas..En el Instituto Santa Cruz gané un concurso para organizar un taller con salida laboral para las chicas…El grupo era de 20 ó 22 menores entre 13 y 21 años …Estaban allí internadas por un juez de menores y sus historias eran de lo más variadas, abusos, alcoholismo y prostitución de sus progenitores, si es que los tenían..Su coeficiente intelectual era muy bajo..La tipificación del Instituto era “ Adolescentes débiles mentales con problemas de conducta” Al principio las niñas me rechazaron porque mi horario era a partir de las 14 hasta las 19 y ellas por la tarde no tenían ninguna actividad programada, así que yo venía a organizarles sus tardes que dedicaban a dormir la siesta, ver TV o jugar a las cartas …Los primeros tiempos regresaba a casa hecha añicos con las historias de sus vidas que iba conociendo
Yo buscaba la manera de entusiasmarlas , hacíamos repostería, les enseñaba a coser; mi meta llegó a ser : que peguen el botón celeste en el delantal celeste con hilo celeste…De a poco fui ganándome su confianza y su cariño y el Taller empezó a dar sus frutos ..Aprendieron a fabricar muñecos de peluche, cotillón, bordado, y muchas tareas complementábamos con la escuela que funcionaba en el mismo Instituto por la mañana dividida en tres niveles..Encontré entre las compañeras grandes personas, sobre todo una maestra que era sicóloga, Olga, y que me apoyaba en el taller por la tarde..La directora, una monja tucumana de la Congregación del Buen Pastor era fuera de lo común, si hasta usaba taquitos altos ,era una leona para defender a las menores y a sus maestras..Mi obsesión era la salida laboral de las chicas, pero qué podíamos hacer con el elemento humano que teníamos . Hasta que con la crisis del 89 con Olga empezamos a organizar la fabricación y venta de alfajores …Tuvimos tanto éxito que llegamos a hacer y vender 50 docenas por día que se encargaban las chicas de ofrecer y entregar..Cada una tenía en el taller su función unas amasaban , otras horneaban, armaban los alfajores y los envasaban, Las más despiertas se encargaban e la distribución…Y tenían sus ingresos que recibían por quincena …Pero lo que quiero contarles ahora es de una chica que nos trajo la Policía Juvenil, porque la encontraron en la calle en un total estado de abandono…No se sabía nada de ella …Era NN ..Venía como analfabeta…La llamábamos “la mujer que mira al sudoeste” porque se sentaba en un cantero con la mirada fija y vaya a saber dónde iban sus pensamientos…Luego nos dijo que se llamaba Claudia …Muchas veces se fugaba y la Juvenil volvía a traerla, hasta que llegó un día en que ya no se fue más ..Pasó más de un año y siempre le hacíamos preguntas para saber de dónde era, si tenía familia,.No tenía tonada cordobesa…No les conté que también teníamos un taller de encuadernación y a Claudia le gustaba ojear los libros Sucedió que un día en el que habría un eclipse de sol la maestra les explicó qué era un eclipse y Claudia se dio una clase magistral de astronomía ,habló de los planetas , del sol y las estrellas…Cecilia, su maestra, vino a la sala de maestros con los ojos enormes y la boca una gran O “ es realmente extraterrestre,” nos dijo y contó lo que había pasado…Sucedió que Claudia sabía leer y en encuadernación se había entusiasmado con un libro de secundario de Astronomía A partir de ese momento ascendió de nivel en el grupo 2 …Pero nuestra obsesión era encontrar su identidad, su familia, si la tenía. .Y un día en que estaba más comunicativa la dijo a Cecilia que su casa estaba en Laferrere y dio una dirección Le sacamos fotos que queríamos mandar al diario Clarín, pero el juez no nos autorizó…Entonces la Directora recordó que la Congregación tenía una casa en ese barrio de Buenos Aires, se puso en contacto y encontraron a la familia …Le pagamos el pasaje a la madre y la vino a buscar..allí supimos mucho de su historia, pero ahora no la voy a contar porque se hace largo…Como epílogo, Claudia no se quería ir, deseaba quedarse en el instituto, pero una tarde partíó…nunca más supimos de ella a pesar que le pedimos a la madre que nos mantuviera al tanto…Dónde andarás Claudia ¿habrás encontrado tal vez al Principito en su asteroide?
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