Enviada el 24/01/18 a las 14:43:03 - Obra N° 180124144303
"“Reciclados”" de:
Los retratos de DaríoLopardo transcurren entre la actualidad y lo permanente; lo local y lo universal; el realismo y la magia. Sus sorprendentes imágenes con la complicidad de la luz alcanzan un instante imperecedero donde el “aquí y ahora” se convierte en “para siempre”.
Son obras anacrónicas, imposibles de situar en un espacio y tiempo determinado, nos desconciertan y nos conducen a un lugar escondido en el fondo de la memoria.
Pensamos en algún libro de historia del arte hojeado a las apuradas en la casa de un amigo, los exquisitos retratos del Renacimiento florentino o los austeros modelos de Hans Holbeinde la Inglaterra luterana. Luego aparece el Tenebrismo de la pintura Barroca con sus violentos contrastes de luz y sombra para darnos otra pista.
Pero aquí lo esteticista se convierte en grotesco. Lo dramático en broma y lo sensato en delirio.
Dario se adelanta y nos explica que sus iconos son aguafuertes porteñas de una realidad precaria donde a menudo solucionamoslos problemas “atándolo con alambre”y entonces el desconcierto es aúnmayor.
¿Estamos ante una muestra costumbrista?; ¿Es esta una nueva forma de realismo social?
Cada uno de nosotros deberá responderse estas preguntas. Personalmente estoy convencido que el Realismo contiene magia pero hay que saberla descubrir y aquí estamos a un paso de hacerlo.
Una cosa es irrefutable y es que al momento de posar el retratado se ve poseído por cierto arquetipo universal que emerge de un sedimento oculto en la conciencia el cual lo hace adoptar espontáneamente un personaje determinado que parece provenir delaexperiencia enuna vida pasada.Hay un juego de espejos un “Ahora y entonces”.
Y una vez más Dario nos explica que la sesiónes solo un juego, una parodia estética, donde el modeloo la modelo es libre de presentar sus facetas más recónditas.
Pero no es así, esto es mucho más que un juego, esto es algo serio, porque la modelo y el artista pese a la parodia se unen para crear el más realista de los retratos y es el de su propia alma.
Recordándonos que nunca somos más nosotros mismos que cuando estamos tras una máscara.
Prof. Gustavo Ferreira
Invierno del 2017
Darío Lopardo
